Factura proforma, fideco inversiones

¿Qué es la factura proforma y para qué sirve?

Más de 3 millones de personas estaban dadas de alta como autónomos en el Régimen Especial Trabajadores Autónomos (RETA) durante el primer trimestre de 2018. Facilidades como la tarifa plana para autónomos anima mucho a los emprendedores.  Pero, cuando emprendes como autónomo o montas tu propia empresa, te enfrentas a un amplio abanico de terminologías que probablemente no conozcas demasiado o simplemente solo hayas oído hablar de ello.

Por ejemplo, tendrás que habituarte con las facturas, tanto las que emites con su IVA que deberás pagar a Hacienda como las que recibes, que más tarde podrás desgravar cuando hagas la declaración

Hoy en FIDECO queremos hablarte sobre un tipo de factura que no tiene ninguna validez fiscal ni contable. Las facturas proformas. Algunas personas  relacionan este tipo de facturas como las demás, y eso es un error. De hecho, una factura proforma equivale a un presupuesto u oferta comercial provisional que se emite con la finalidad de que el comprador disponga de información completa sobre los bienes o servicios de la compraventa.

¿QUÉ ES LA FACTURA PROFORMA?

La factura proforma es un documento que emite el proveedor con la finalidad de que el comprador disponga de toda la información necesaria sobre los elementos que componen la transacción, aunque no supone un compromiso de que esta se vaya a realizar ni una obligación de pago.

De hecho, la factura proforma sirve para la apertura de créditos. También en los casos de comercio exterior se usa para justificar el envío de mercancía sin ningún valor comercial, como pueden ser las muestras, la tramitación de una licencia de importación, entre otras cosas.

¿CÓMO SE HACE UNA FACTURA PROFORMA?

La diferencia con una factura ordinaria es que debe aparecer explícitamente que es una “factura proforma”, por lo demás debe llevar casi los mismos requisitos que en una factura ordinaria, es decir, tu información y los datos de tu empresa y los datos fiscales completos del cliente al que va dirigido.

Los demás datos ya dependerán de la información que se le quiera dar a los clientes, como la descripción de la mercancía, la cantidad, el precio, formas de pagos, impuestos, entre otros.

Además, una factura proforma no se puede contabilizar, ya que no es una factura real sino un ‘espejo’ de esta. Por eso, para que no haya confusiones hay que señalar bien que se trata de una factura proforma.

En términos generales, se podría decir que se usa una proforma cuando llevas una relación más avanzada con el cliente, para darle información mucho más clara y detallada de la futura operación. Además, el presupuesto no tiene ni por qué tener aspecto de factura.

En realidad, los trabajadores autónomos tienen que familiarizarse con todos estos términos y muchos otros, como por ejemplo, el descuento de facturas. De hecho, el descuento de facturas es una herramienta de financiamiento a corto plazo, mediante la cual su empresa anticipa el dinero pendiente de recibir de su cliente (facturas de crédito, letras de cambio) en efectivo.